Capítulo 7: “Reforzar la educación de los hijos”

Los padres siempre inciden en el desarrollo moral de sus hijos, para bien o para mal. Por consiguiente, lo más adecuado es que acepten esta función inevitable y la realicen de un modo consciente, entusiasta, razonable y apropiado. Es una misión indelegable y que se debe rescatar.

Capítulo 8: “Acompañar, discernir e integrar la fragilidad”

Aunque la Iglesia entiende que toda ruptura del vínculo matrimonial va contra la voluntad de Dios, también es consciente de la fragilidad de muchos de sus hijos. Por este capítulo nos orienta a tener una mirada de amor y una actitud de misericordia pastoral con estas situaciones complejas en la vida matrimonial.

Capítulo 9: “Espiritualidad conyugal y familiar”

La espiritualidad del amor familiar está hecha de miles de gestos reales y concretos. En esa variedad de dones y de encuentros que maduran la comunión, Dios tiene su morada. Esa entrega asocia a la vez lo humano y lo divino porque está llena del amor de Dios. En definitiva, la espiritualidad matrimonial es una espiritualidad del vínculo habitado por el amor divino.

CONCLUSIÓN: ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA
Esta es la oración a la Sagrada Familia con la que el Papa finaliza su exhortación Amoris laetitia sobre la familia.

“Jesús, María y José, 
en vosotros contemplamos
 el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret,
 haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret,
 que nunca más haya en las familias
episodios de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado
sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret,
 haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica. Amén”